CLAMOR


Clamor, 2018Instalación medidas variables.Tres campanas de fierro de 1.8 de alto, roldanas de fierro y cuerda.

Clamor, 2018

Instalación medidas variables.Tres campanas de fierro de 1.8 de alto, roldanas de fierro y cuerda.

Clamor es una instalación compuesta por tres campanas de hierro de grandes dimensiones y fue parte de la exhibición colectiva Habitar realizada en el barrio patrimonial Triana en septiembre del 2018. La artista decidió trabajar con el contexto del barrio y las condicionantes temporales y arquitectónicas de la exposición. El Conservatorio Nacional de Música y una empresa que representa y distribuye campanas, carillons y relojes de torre estaban ubicados en la misma calle Triana así las campanas hacían referencia a las ocupaciones propias del barrio y manifestaban con sus tañidos la temporalidad de una exhibición de pocos días. El toque de las campanas fue el primer indicio del reloj con sus tañidos daba comienzo y fin a la jornada con el toque de queda. 

Las campanas de hierro fueron fabricadas por la artista de manera artesanal en una maestranza. Estas campanas de grandes dimensiones fueron dispuestas en el acceso de la casa patrimonial dando comienzo al recorrido de la exposición Habitar

Históricamente las campanas han llamado a la comunidad para conmemorar acontecimientos importantes y anunciar fiestas o peligros. La instalación Clamor convocaba con los tañidos de las campanas al paseante para construir un habitar colectivo y solidario, era el propio espectador quien activaba el sonido evidenciando su presencia en el lugar e interpelando al otro. 

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Clamor marcará el inicio de una serie de acciones performáticas que la artista realizará en la Cordillera de los Andes durante el año 2019. La artista utilizará estas tres campanas ya inscritas en la memoria colectiva para alertar a la naturaleza y llamar al hombre generando un eco y resonancia en el paisaje cordillerano. 

Los tañidos de las campanas son un sistema de comunicación a la distancia, dependiendo de la cantidad de toques y su velocidad construyen distintos códigos que interpelan a la comunidad. Clamor pretende ser un arte que alerta sobre la convivencia entre el hombre y el paisaje.